El equipo de Russo perdía 1-0 y se complicaba en la Zona Campeón, pero en los últimos minutos llegaron los goles de Soldano y de Cardona para quedar arriba en el Grupo A. Ahora Boca debe dar vuela la serie contra Racing. Párrafo aparte al nuevo golpe que recibió el Rojo.
Ese abrazo de titulares y suplentes, suplentes y titulares, fue un desahogo, fue un festejo de alivio, fue un gol de esos que se gritan por minutos, con fuerza, con energía, con el alma y el corazón. Boca se lo ganó a Independiente sobre la hora. Se lo dio vuelta 2-1 cuando lo tenía perdido. Pero en realidad, Boca se lo ganó a Boca. A su angustia, a esta crisis de cuatro partidos sin ganar que había experimentado, a estas dudas en las que venía navegando después de la victoria ante Inter en Brasil para acá. Por eso, este triunfo vale más que tres. Vale más que meterse en la pelea por el título a nivel local. Vale lo que vale, por lo que puede generar contra Racing, en la Libertadores.