Infartante clasificación del equipo de Russo: perdió 1-0 ante Inter con un gol en contra de Fabra y definió la serie desde los 12 pasos. Ahora en la próxima instancia se viene Racing.
Pudo ser una pesadilla. Fue un desahogo. Boca necesitó de los penales para eliminar a Inter. La pasó mal, sufrió, se sintió impotente como nunca, padeció ese 1-0 que recibió en el arranque del segundo tiempo. Pero se clasificó. Y por ahora, es lo que cuenta. La buena noticia no sólo es el pasaje a los cuartos de final que ya empezaron (hoy juega River), sino que lo logró a pesar de mostrar la peor cara del ciclo Russo, a pesar de una noche olvidable, a pesar de que jugó, en definitiva, para quedarse afuera. La Copa le dio una revancha. La Séptima sigue viva.
A Boca le pesó el partido desde el arranque. Esos primeros 45 minutos fueron, por lejos, lo peor que se vio en este 2020. El equipo nunca se había mostrado así, tan dominado, tan estático, por momentos tan indefenso. Inter no sólo dispuso de la pelota, sino también tuvo el control mental del juego. Asfixió al local, lo desbordó por derecha y sobre todo por izquierda, no lo dejó jugar, no lo dejó contraatacar, no lo dejó reaccionar. Y además, le avisó que lo iba a lastimar. Thiago Galhardo, justo él, estrelló un remate en el travesaño. A Praxedes se la sacó Andrada y hasta Guilherme tuvo la suya.
Sin embargo, cuando parecía que el descanso le daba a Boca ese aire para mostrar otra cara en el segundo tiempo, el inicio de esa etapa fue el aviso de lo que se veía venir: mal rechazo de Buffa, jugada de un imparable Patrick (el que había avisado que el favoritismo de Boca no había entrado en el vestuario del Inter), desborde de Moisés y gol en contra de Fabra. Sí, para redondear una noche que pintaba para ser olvidable.
El 0-1 expuso a Boca. Expuso sus debilidades defensivas (de ocasión, porque no es un equipo de recibir goles: sólo le hicieron dos en la Copa), pero sobre todo, expuso sus falencias estructurales. Cuando hay piezas que no funcionan, no tiene valor de recambio (Obando por Villa es un ejemplo). Pero lo que más quedó en evidencia fue la falta de un 9. Con Wanchope lesionado, Miguel se quedó sin ese cambio que necesitaba hacer. El DT, está claro, perdió confianza en Soldano y en Zárate, y de ese modo el equipo no tuvo manera de modificar su sistema en particular ni el partido en general.
Así fue que Boca quedó reducido a una versión desconocida, desconcertante, preocupante, en la que dependió únicamente de sus individualidades que nunca aparecieron. Apagado Salvio, sin peso Cardona, con un Tevez intermitente, le costó mucho arrinconar al Inter, empujarlo, hacerle sentir esa localía que, está claro, sin gente ya no pesa. Porque la Bombonera, de este modo, no es la misma, por más mística copera que tenga: le falta el alma, lo que la hace más distinta todavía, que son sus hinchas.
Los penales, ese 5 a 4 que fue plan de emergencia, evitaron otro 9 de diciembre fatal. Boca tiene con qué recuperarse, pero deberá aprender de este partido en el que casi se le va otra Copa. La Libertadores le dio una vida más. Ahora sí espera Racing. Ahora sí deberá demostrar que sólo fue una mala noche…
Así fue la definición por penales:
Tevez 1-0: Tevez ejecutó al medio del arco pero le venció las manos a Lomba y la pelota terminó entrando.
Rodinei 1-1: Rodinei tomó mucha carrera y le pegó con la cara interna del pie derecho al palo izquierdo de Andrada, que adivinó la intención pero no llegó a desviar el remate.
Cardona 1-1: El colombiano apuntó al palo izquierdo de Lomba, a media altura, y el arquero adivinó y se lo atajó.
Edenilson 2-1: Mucha carrera y pateó parecido a Rodinei. Andrada se tiró al otro palo. Ventaja para Inter.
Salvio 2-2: El Toto le apuntó al medio y arriba, cerca del travesaño. Lomba eligió su palo derecho.
Lindoso 2-2: El volante central se paró muy recto y su remate se fue por arriba del travesaño. Chance desperdiciada.
Fabra 3-2: El lateral colombiano le dio cruzado de zurda, alto y fuerte, y Lomba voló y casi la saca.
Yuri Alberto 3-3: El delantero definió de derecha al palo izquierdo de Andrada, bien pegadita al poste.
Izquierdoz 4-3: El defensor le dio fuerte y la pelota pegó en el travesaño y entró.
Leandro Fernández 4-4: El delantero argentino definió cruzado y Andrada se tiró al otro palo.
Jara 5-4: El lateral definió cruzado, pegada al palo y Lomba se tiró hacia el otro sector.
Peglow 5-4: Afuera. La tiró por arriba y clasificó Boca a cuartos.